Lastimada en su entraña, la nación mexicana recuerda con nostalgia el 135 aniversario luctuoso del indígena zapoteco Benito Juárez. Observa el país el Contacto Chino millonario que intenta desacreditar la administración panista por representar un traspié en su urgencia de legitimarse en el poder ante los contribuyentes desesperanzados.
Exiliado en dos ocasiones en vida, el Benemérito de las Américas fue alcanzado por el rencor clerical en la persona de Vicente Fox, cuya primera acción de gobierno en diciembre de 2000 fue sacar el óleo de Juárez del despacho presidencial en los Pinos.
Un rencor incubado por la ignorancia fanática y la ambición del poder terrenal, en donde existe un ejemplo histórico: El toscano Galileo Galilei, desde sus 46 años sufrió la persecución religiosa que culminó el 25 y 26 de febrero de 1616 con la condena de la Santa Inquisición que cambió su nombre en 1965 por Congregación para la Doctrina de la Fe.
Pasaron 376 años para que el Papa Juan Pablo II reconociera el error de los teólogos de su tiempo. Hay una diferencia entre Galileo y Juárez: El primero fue obstruido en sus investigaciones científicas que pusieron en duda la infalibilidad papal y su interpretación teológica mientras que Benito anuló sus canonjías económicas y políticas… y les duele.
Al científico italiano se le obligó a arrodillarse y abjurar de sus teorías de que es la tierra la que gira alrededor del sol y no como se quería imponer con la equivocada interpretación del Salmo 93 (en algunas biblias el 92) que señala “Tú has fijado la tierra firme e inmóvil” para sostener una endeble teoría cosmología geocéntrica.
Para Juárez no les alcanzó el tiempo de castigarle en vida y desde el 18 de julio de 1872 en que se detuvo su agotado cuerpo por los esfuerzos extrahumanos para encarnar el deber al servicio de México y de los mexicanos que hoy disfrutamos las instituciones modernas que legó, se mantiene una campaña de desprestigio, calumnia y difamación.
Crearon falsas leyendas, como la de que fue asesinado por los masones ya que había fusilado al masón, dicen, austriaco, y que investigadores alemanes han confirmado con el rigor histórico que el emperador importado de Europa por el alto clero político desconocía el lenguaje simbólico de la masonería.
Ahora, después de seis años de foxismo antijuarista en la retórica y en los hechos para regresar el poder económico, político y social del alto clero político, el señor Felipe Calderón acude a un discurso de respeto al ideario de Juárez, empero, sus acciones muestran un grave distanciamiento que aumenta la sospecha sobre su legitimidad.
Y no se trata únicamente de su inexplicable visita al alemán Joseph Ratiznger, el que estuvo en la moderna Santa Inquisición, para informarle de la situación en México y los preparativos de los magnos festejos del quincuagésimo aniversario del restablecimiento de relaciones diplomáticas por obra y gracia de Carlos Salinas.
Es más profundo el problema en un abanico tan amplio que va de la reforma tributaria que quieren presentar como Reforma Hacendaria en que todos son sospechosos de actividades ilícitas además de ser susceptibles de pagar más y mayores impuestos, que pasa por diversas cuestiones a la danza millonaria del Contacto Chino.
Podría ser cierto que en el aniversario luctuoso de Benito Juárez que al morir el erario público le adeudaba 18 mil pesos de su sueldo al ser el primero para aplicar la austeridad republicana, el señor Calderón sea víctima de “cuentos chinos” sobre su campaña electoral.
Sin embargo, la carta de Zhenli Ye Gon, hecha pública el 16 y 17 de julio, tiene elementos que muchos mexicanos han padecido a manos de la policía mexicana y las fajillas de los 205 millones de dólares incautados tenían la marca de un banco de los Estados Unidos que no opera en México.
El sorpresivo viaje del poblano Javier Lozano Alarcón, secretario del Trabajo del señor Felipe Calderón, el reacomodo del dinero deocomisado en Estados Unidos, Banco del Ejército o en algún banco en México y que no ha sido identificado, causan suspicacias entre los contribuyentes que esperan medidas draconianas en el programa económico.
La declaración del chino mexicanizado y que ya no lo aceptan en su país, de que eran fondos de campaña que servirían, en caso de la derrota para generar inestabilidad y en el caso de victoria, para apuntalar al PAN, cobra credibilidad ante el irresuelto caso de los Amigos de Fox y su ingeniería financiera equiparable al crimen organizado.
Un problema que salpica a los gobernadores priístas, Enrique Peña Nieto del Estado de México y Fidel Herrera Beltrán de Veracruz, en el primero por la construcción de una fábrica con millonarios recursos sin que se investigara el origen y el segundo por haber recibido, supuestamente, apoyos económicos en campaña al igual que su adversario panista, Gerardo Buganza, según el abogado Jorge Reyes Peralta que aseguró que tiene pruebas.
Curiosamente, los dos mandatarios estatales priístas tiene un punto en común, la canonización del arzobispo Guizar y Valencia como familiar de Peña Nieto y como encargado de Jalapa en donde gobierna Herrera Beltrán, así como por el caso de Jean Succar y el poblano Kamel Nacif con el gobernador priísta Mario Marín.
Hilos que llevan a pensar que la clave del Contacto Chino podría estar en Miguel Ángel Yunes Linares, actual director del ISSSTE y anterior funcionario de jerarquía en la Secretaría de Seguridad Pública federal, con lo que se entendería el poder político demostrado por la chiapaneca Elba Esther Gordillo Molares en la era calderonista.
Un clima en donde los hilos ocultos de la política parecería hacernos víctimas a todos los mexicanos de un cuento chino, pero de la nueva administración federal, sin importarles que la patria esta lastimada.
NOTA: Adam Kardmon aceptó la invitación de la Casa de la Cultura Jaime Sabines de Tuxtla Gutiérrez Chiapas, a las 17 horas del 18 de julio, por la generosidad del gobernador Juan Sabines Guerrero y la directora del epicentro cultural chiapaneco, Lupita de la Cruz, así como del estímulo del periodista Miguel González Alonso, presidente del FREPECH y el respaldo de Roberto Piñón Olivas, presidente de FAPERMEX y Teodoro Rentería A. vicepresidente de FELAP. Gracias por permitirme regresar a donde está enterrado mi tutús.
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