Materializan hartazgo
Por Mario Luis Altuzar Suárez
Ciudad de México, 9 de mayo.- "Quiero vivir sin miedo", clama una manta en el Zócalo de la Ciudad de México. Una de muchas que portaron más de 25 mexicanos para exigirle al presidente Felipe Calderón, el panista moreliano, "parar la masacre que se ha registrado en cinco años" con más de 40 mil víctimas.
Una de las víctimas fue el 28 de marzo de 2011, Juan Francisco, hijo del poeta católico Javier Sicilia, galardonado en 2009 con el Premio de Poesía Aguascalientes, de manos del gobernador Luis Armando Reynoso Femat, panista desde 1995.
Y el adolorido padre con 150 organizaciones civiles, convocaron a la marcha por la Paz con Justicia y Dignidad del 5 al 8 de mayo de la Glorieta la Paloma de la Paz en Cuernavaca, Morelos al Zócalo de la Ciudad de México. Un recorrido de 80 kilómetros.
A las 16 horas del 8 de mayo, repicaron las campanas de la Catedral Metropolitana para darle la bienvenida al contingente que, muchos atribuyen al poder de convocatoria del escritor católico que, según el único galardón, el del panismo hidrocálido, fue porque los 302 poemas del "Tríptico del desierto pone en juego la experiencia y el vocabulario religioso, al entrecruzarlo con tradiciones poéticas y realidades sociales de diverso signo".
Sin embargo, más que un panista que se encuentra en los primeros círculos del poder caciquil que controla el sector cultural, podría inferirse la respuesta a la convocatoria de las 150 organizaciones civiles, al hartazgo y cansancio de los mexicanos a una absurda terquedad de Felipe Calderón a su guerra contra el narco.
Tal vez lo que llama la atención de los medios nacionales e internacionales, es que uno de los convocantes sea un destacado miembro del círculos concéntricos del poder en México, lo mismo en la cultura que lo confesional, y que adquiere dimensiones fuera de lo común como en el caso del magnate comercial Fernando Martí, al que secuestraron y asesinaron a su hijo de 14 años en junio de 2008.
Lo lamentable del caso es que la sociedad mexicana parece responder únicamente cuando los empresarios de los medios de comunicación sienten en peligro sus intereses, lo mismo con un miembro de la oligarquía que con uno de sus representantes en los visibles círculos del poder.
Y más grave aún, que el hombre que debería ser el presidente de todos los mexicanos, responda aunque sea con la misma retórica hueca dictada allende el Bravo, mientras que criminaliza a los más de 40 mil muertos en la guerra que inició en diciembre de 2006, días después del asesinato de uno de sus familiares políticos en Naucalpan de Juárez, territorio del cacique panista José Luis Durán Reveles.
Al paso de los marchistas en donde medios como Milenio, se concentraron únicamente en el protagonismo de Javier Sicilia, como si estuviesen mostrando a un candidato presidencial panista, sin importar los demás participantes con sus estadísticas y realidades de haber enfrentado y superado la ominosa complicidad de las corporaciones policiacas para encontrar y encausar a los asesinos y secuestradores.
La confusión que hunde en el marasmo a la sociedad mexicana es apuntalada por medios internacionales como la BBC Mundo que asegura: “La movilización fue convocada por el poeta y periodista Javier Sicilia, quien perdió un hijo a fines de marzo. Fue asesinado junto con otras seis personas más en Temixco, Morelos, al sur de la capital mexicana”.
¿Y las 150 organizaciones civiles que movilizaron protestas en cuando menos 36 ciudades mexicanas como en Estados Unidos, Latinoamérica y Europa? Fueron totalmente ignoradas. Solamente importa un adolorido escritor católico premiado por el panismo.
Recordemos que el galardón lo recibió de manos del gobernador de Aguascalientes, el ingeniero Luis Armando Reynoso Femat que ingresó al panismo en 1995. Administró el Estado con sueldo mayor al del presidente de la República, del 1 de diciembre de 2004 al 30 de noviembre de 2010.
Con base en la información de Notimex del 4 de febrero de 2009: El vate Javier Sicilia obtuvo el Premio de Poesía Aguascalientes 2009, por su obra Tríptico del desierto, informaron hoy el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y del Instituto de Cultura de Aguascalientes, convocantes de este galardón considerado el más importante a nivel nacional en su género.
Sicilia, quien es un narrador, ensayista y poeta de la tradición religiosa, fue elegido como ganador por un jurado conformado por los también bardos Francisco Hernández, María Baranda y Luis Vicente Aguinaga.
Ellos destacaron de la obra la serenidad y profundidad con la que articula el conflicto de un ser consigo mismo refiriéndose al mismo tiempo al destino de todos.
"Tríptico del desierto pone en juego la experiencia y el vocabulario religioso, al entrecruzarlo con tradiciones poéticas y realidades sociales de diverso signo ", sentenció el jurado, en el acta con la que designaron al ganador.
Ahora, el miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte desde 1995, profesor de literatura, estética y guionismo en la Universidad La Salle de Cuernavaca, atrae los reflectores mediáticos materializando el hartazgo de los mexicanos ante la sospechosa incapacidad del señor Calderón Hinojosa contra el llamado crimen.
En el Zócalo de Ciudad de México, la principal plaza del país, Sicilia demandó sacar a la delincuencia organizada de la política nacional, antes de elegir nuevo presidente en 2012.
"No aceptaremos más una elección si antes los partidos políticos no limpian sus filas de esos que, enmascarados en la legalidad, están coludidos con el crimen y tienen al estado maniatado y cooptado", dijo el poeta.
"Sin una limpieza honorable de sus filas y un compromiso total con la ética política, los ciudadanos tendremos que preguntarnos en las próximas elecciones: ¿Por qué cartel y por qué poder fáctico tendremos que votar?", insistió.
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