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Revive Tizayuca


Por Mario Luis ALTUZAR SUÁREZ



La verdad se impone a través del tiempo y de los intereses económicos y familiares de los hombres del gobierno, aunque implican retrasos en el crecimiento del país y la agudización de innecesarios conflictos políticos que cobran los sucesores en el uso y abuso del poder.


Tal es el caso de la propuesta de construir en Tizayuca el aeropuerto alterno de la Ciudad de México, del entonces gobernador de Hidalgo, Manuel Ángel Núñez Soto, que fue desechada por el secretario de Comunicaciones, Pedro Cerisola y Weber emparentado con el poderoso Grupo Atlacomulco.


Casi nueve años después, le dan la razón económica y social al hidalguense. El 25 de julio, el actual secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez Kuensler, anunció que el proyecto desechado por el foxismo sería retomado e iniciada la construcción en enero de 2008, aunque destinado a carga para disparar un puerto seco industrial en la zona conurbada.


Recordamos que Manuel Mejido escribió en el número nueve de Arcano, correspondiente a junio de 2001:

“Un problema técnico de conveniencias o inconveniencias se politizó a tal grado que el ex gobernador del Estado de México, César Camacho Quiroz, respaldado e impulsado por Emilio Chuayffet, (Carlos) Hank González, (Alfredo) del Mazo, el banquero del salinismo Antonio del Valle y las familias Gutiérrez Cortina del Grupo GUTSA y Salim Nasta, yerno de Gustavo Díaz Ordaz, realizó un costoso cabildeo entre los diputados de la LVII Legislatura, para obtener el derecho de construir el nuevo aeropuerto internacional en Texcoco”.


A la política se sumaron los millonarios presupuesto propagandísticos, en donde sirve de ejemplo la revista Gente Sur, del chiapaneco Alberto Carbot y su ataque sistemático a la propuesta de Núñez Soto por considerar que solamente contaba con dos carreteras de acceso, cuando el aeropuerto de Caracas o el de París cuentan con una sola vía de acceso.


De hecho, desde que asumió a sus 54 años de edad la gubernatura mexiquense José Ignacio Pichardo Pagaza en 1989, cuando faltaban 12 años para la desaparición del poderoso profesor Carlos Hank González, se inició la sigilosa apropiación de terrenos ejidales a precios irrisorios, en donde toparon con la decidida oposición de los ejidatarios de San Salvador Atenco.


Para el 1 de abril de 1999 en que asumió la gubernatura hidalguense Manuel Ángel Núñez Soto, habían pasado 10 años en que se realizaron millonarias inversiones en las inmediaciones texcocanas, que se fortalecieron al ser nombrado Secretario de Comunicaciones y Transportes el pariente mexiquense, Pedro Cerisola y Weber, por el señor Vicente Fox hecho presidente por el decreto zedillista con el cinco por ciento de casillas computadas.


La aparente habilidad del familiar del poderoso Grupo Atlacomulco, le llevó a descifrar el lenguaje de los patos que, dijo, le dieron autorización para la construcción del aeropuerto en la zona ecológica de Texcoco y que desechó definitivamente a Tizayuca el 7 de noviembre de 2006, al ponerse en marcha en forma clandestina el aeropuerto de pasajeros de Toluca con la compañía área de Televisa.


Un negocio jugoso en donde Julio Zamora Batis, hizo valer su calidad de presidente de la Sociedad de Geografía y Estadística, controlada por masones espurios, para montar sus negocios en el aeropuerto toluqueño, mientras que el sobrino de Alfredo del Mazo González, el gobernador Enrique Peña Nieto, castigó con 60 años de cárcel a los que obstaculizaron el negocio familiar.


Antes, había sido castigado el hidalguense Núñez Soto por la millonaria pre campaña presidencial priísta del ex gobernador mexiquense, Arturo Montiel Rojas con el respaldo de la chiapaneca Elba Esther Gordillo Morales y que al ser vencidos por el tabasqueño, traicionaron a su partido según las grabaciones y afirmaciones elbistas sobre la participación de Peña Nieto.


Elementos que demuestran que el servicio a los legítimos intereses de poco menos de 30 millones de mexicanos, nada importaron y siguen sin importar a la poderosa familia mexiquense, si se considera que Tizayuca se encuentra a 45 kilómetros en línea recta del Zócalo capitalino y será, ahora sí, el epicentro de 150 kilómetros en que produce el 43 por ciento de la riqueza nacional.


www.arcanorevista.com









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