Ellos son
Por MARIO LUIS ALTUZAR SUAREZ
La caja chica del foxismo, la Lotería Nacional, mostró posibles daños patrimoniales por 110 millones de pesos, en las revisiones preliminares de la Auditoría Superior de la Federación a la cuenta pública del penúltimo año de administración del señor Vicente Fox. Cifras del ignominioso saqueo del patrimonio nacional.
El quebranto al erario detectado fue superior a los 26 mil millones de pesos, equivalente al 37 por ciento de la revisión al 3.5 por ciento del total de la cuenta pública, lo que muestra índices preocupantes del particular estilo de administrar del señor Vicente Fox que se mostró orgulloso de las faldas de su mujer en que protegió a sus hijos.
Destaca en la información preliminar la venta de 121 conjuntos habitacionales por debajo del precio real, en donde se profundiza la sospecha del beneficio a los hermanos Bribiesca Sahagún que se mostraron excelentes empresarios con Operaciones Prácticas creada en 2003 y acumular millonarias utilidades.
Sin embargo, las cifras de la Auditoría Superior de la Federación parecen ampliar la realidad de los beneficios directos a la señora Martha Sahagún Jiménez, si se considera que centralizó la asistencia pública en la industrialización de la filantropía con su Fundación Vamos México apuntalada oficialmente con los recursos de la Lotería Nacional.
Una organización que según las versiones de la misma Martha Sahagún, sigue bajo su control y que al manejar recursos públicos, es susceptible de ser investigada por la Contaduría Mayor de Hacienda de la Cámara de Diputados que, en sentido de estricta justicia a los desilusionados mexicanos, debe llegar a fondo.
Por ejemplo, ubicar e identificar plenamente a los 18 distribuidores que sin garantías de las dotaciones de billetes de lotería, recibieron 83 millones 683 mil 251 pesos por cachitos y series completas para su venta, sin que existan registros contables y que se genera la suspicacia de la transparente honestidad de los sorteos y sus ganadores.
Una minucia si se considera que la proyección del 37 por ciento de inconsistencias en la cuenta pública de 2005, podría ascender a más de 500 mil millones de pesos, sin incluir los extraños fideicomisos en que desaparecieron los excedentes petroleros y que es un indicio de la magnitud del saqueo nacional.
La máxima popular sentencia que nadie tiene derecho a lo superfluo mientras alguien carezca de lo necesario. Y si se observa que esa riqueza se explica en el manejo deshonesto de los recursos públicos mientras que la mayoría de los mexicanos fueron condenados a la miseria y el hambre, la razón de que se investigue es más que justificada.
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