Confrontaciones
Por MARIO LUIS ALTUZAR SUAREZ
En la semana de la Pasión, el falso Mesías del cambio fortalece a sus apóstoles en la predicación del dogma de la autonomía partidista en donde trabaja el gabinete de sombra para impedir la revelación de la verdad sobre su particular estilo de administrar el país que multiplicó la riqueza de una minoría con la bendición del alto clero político.
Así se entiende el sermón de Enrique Navarro Flores, secretario de Fortalecimiento Interno del CEN del PAN, en donde anunció que en los próximos días dará a conocer un listado de funcionarios federales que ofrecen los 33 denarios para acomodar a consejeros partidistas afines al presidente Felipe Calderón.
Manuel Espino Barrientos, que funge como número uno del PAN, anticipó la sentencia contra el Jefe del Ejecutivo al definir la supuesta injerencia como “un escenario de traición”, aunque lo matizó al condicionar el veredicto a la investigación propia que realizan en las filas de sus militantes.
Pese a la gravedad del posicionamiento de la dirigencia panista, el jalisciense Francisco Javier Ramírez Acuña, secretario de Gobernación que sepultó al estado laico al sugerir que el Gobierno del Distrito Federal consulte con el Cardenal Norberto Rivera Carrera la iniciativa de ley para despenalizar el aborto, adoptó la figura de Poncio Pilatos.
Se quejó primero: “No se vale que se hagan señalamientos sin probarlos” para argumentar una tibia defensa de su jefe, el presidente: “Rechazamos totalmente tal intervención porque simplemente no se está haciendo y por eso pedimos que se presentaran por escrito” y remató: “Que se prueben y en todo momento se tomarán las medidas correspondientes”.
¡Y es el encargado de la política interna! Un funcionario del que depende la agónica seguridad nacional frente al desafiante crimen organizado que amenazó lo mismo al presidente Felipe Calderón que a gobernadores, procuradores estatales de justicia, policías y periodistas, sin que pueda dar una solución política a los problemas con su partido.
Así se pretende proteger el gabinete presidencial alterno en el seno partidista con el sofisma expresado por el ex secretario de Gobernación y ex presidente del sindicato patronal Coparmex, Carlos María Abascal Carranza y del secretario general del PAN, José Espina von Roehrich, de que "en esta coordinación con el Gobierno Federal se sigue avanzando en el perfeccionamiento de un nuevo modelo de relación interinstitucional, acorde con los principios de Acción Nacional y a la nueva realidad democrática que vive el país".
Se adjudican, como el señor Vicente Fox, la supuesta transición a la democracia, soslayando que fue el arribo del PAN al poder se debió a las reformas constitucionales del señor Carlos Salinas de Gortari en 1992 bajo los lineamientos de la Universidad de Harvard y que reafirmó el inquilino de la Casa Blanca, William Clinton en 1995 con el cumplimiento del señor Ernesto Zedillo al decretar con el 5% de casillas computadas, la tendencia irreversible a favor del ex gerente de una embotelladora transnacional.
Aunque formalmente es inexistente el gabinete de sombra, destaca la inclusión en carteras importantes de los destacados miembros del foxismo.
Curiosamente, la inclusión de esos personajes coincidió con la declaración del señor Calderón sobre su respeto al Estado Laico en noviembre pasado y el inicio de la lucha contra el crimen organizado que creció a dimensiones incontrolables en el sexenio anterior.
Hay más: Horas después de que se informó la posibilidad de que la Secretaría de la Función Pública pudiese reabrir la investigación sobre las actividades de los hijos de la señora Martha Sahagún que, con base en las pesquisas de la anterior legislatura de la Cámara de Diputados, sus empresas fueron exitosas en tres años, se destapa el escándalo partidista.
Se recuerda que el desaparecido veracruzano Jesús Reyes Heroles estableció la premisa de que en política nada es casual sino que todo es causal, para pensar que la beligerancia de los altos directivos del PAN tiene como objetivo la protección de intereses de grupo. Así lo hizo Espino Barrientos al intentar manipular las primarias estatales de Durango y Tamaulipas y que fue impedido por el IFE.
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