Observador Ciudadano Tu página de inicio

Abismos

Por MARIO LUIS ALTUZAR SUAREZ



Difícil, por decir que imposible, es el reto del señor Felipe Calderón, a decir de su secretaria de Desarrollo Social, la yucateca Beatriz Zavala Peniche, para disminuir la desigualdad en el país para reducir la brecha entre quienes más tienen y los que más necesitan, al comparecer el 11 de abril en la Cámara de Senadores.


El escepticismo se sustenta en la lista de los hombres más ricos que publicó la revista estadounidense Forbes el 8 de marzo, con nueve mexicanos que oscilan riquezas entre los mil 600 millones de dólares y los 49 mil millones mientras que, según las cifras oficiales, 49 millones apenas y sobreviven y 19 millones de mexicanos sufren hambre.


Hay más. Mientras que la antropóloga de 50 años comparecía ante la Comisión de Desarrollo Social de la Cámara de Senadores, se difundió la buena nueva: El señor Carlos Slim Helú pasó a ser el segundo hombre más rico del mundo con una riqueza estimada por más de 53 mil millones de dólares. Desbancó al estadounidense Warren Buffet.


La nueva estimación ubicó al señor Slim con una riqueza personal de 53 mil 100 millones de dólares, que mostraría un incremento de cuatro mil 100 millones de dólares en escasos 34 días explicados en el aumento del 15% el valor de las acciones de TELMEX el 29 de marzo por el anuncio de incursionar en la telefonía italiana.


Es cierto que es difícil poner en duda el origen de la fortuna del señor Slim, tercera generación de libaneses asentados en México y que iniciaron sus negocios con los miedosos oligarcas que escaparon de la Revolución Mexicana mientras que el abuelo del prominente hombre de negocios se la jugó con el país.



Sus críticos señalan que fue favorecido por la administración de Carlos Salinas de Gortari en la adquisición de la telefónica mexicana, aunque en los hechos se logró con alianzas estratégicas con capitales franceses, sin descontar su visión para incursionar en mercados tecnológicos en donde otros se inhibieron, incluso en la comercialización a crédito.


Contrastan, por ejemplo, Ricardo Salinas Pliego en donde sus cuatro mil 600 millones de dólares estimados por Forbes en marzo de 2007, se ubican en la adquisición de la televisora estatal con el reconocimiento del empresario de haber recibido un millonario crédito a la palabra de Raúl Salinas de Gortari y enfrentar problemas legales en Estados Unidos.


De los siete super millonarios en dólares, representan la generación de los juniors, como Alberto Bailleres que fue mimado en el tiempo de Luis Echeverría Álvarez o de Emilio Azcárraga Jean heredero del Tigre que, se dice, se asoció con el presidente Miguel Alemán Valdés en los balbuceos de la televisión en el tiempo de las horneadas de nuevos ricos.


Sin embargo, las cifras del Banco de México de 1997 señalaban que 270 apellidos eran propietarios de más del 70% del total de cuentas bancarias y el menos del 30% se dividía en el resto de la población que se acercaba a los 100 millones de personas, y se aceptaba, oficialmente, en 28 millones de mexicanos en la miseria.


El proceso de la concentración de la riqueza mexicana se puede observar en la misma lista de Forbes: En 1995 mencionaba a 25 super millonarios en dólares y 12 años después se redujo a nueve. En 1997 se reconocía 28 millones de pobres y en 2006 se aceptó una cifra de 54 millones, aunque se creó la ilusión de que el foxismo redujo en 5 millones.


Ahora, la panista Zavala Peniche señaló que 49 millones apenas y sobreviven, es decir, que son muy pobres y que 19 millones “se encuentran en pobreza lacerante”, un eufemismo para matizar que se encuentran en los límites del hambre y que el reto de la administración del señor Calderón es reducir la brecha entre los que más tienen con los que menos tienen.


Sumando la riqueza de los super millonarios, 73 mil 900 millones de dólares, representaría cerca del 50% del ilegal rescate bancario por medio del Fobaproa, con la agravante de que de una u otra forma, son legítimas, como los mil 800 millones de dólares de Isaac Saba Raffoul con el aumento indiscriminado en los precios de las medicinas.


Sería más fácil encontrar la riqueza perdida de los mexicanos en la familia política del falso mesías del cambio y que representaría, en un año, más de 50 mil millones de dólares, suficientes para refaccionar los programas sociales Solamente así se podrían disminuir ese abismo entre ricos y pobres.



www.arcanorevista.com








Suscríbete a nuestro Sistema Informativo,

Envia un mail con la palabra SUSCRIPCION,

(Suscribete aquí)