Regresó. Aunque en realidad nunca se fue. La diferencia que ahora se siente cobijado. A sus 66 años de edad, anunció que al lado de su esposa Martha Sahagún Jiménez estará activo “hasta el fin de nuestro días”. Sin rubor, se dijo: “Hay que guanajuatizar al país”. Cómo si fuese un decreto presidencial. Una frase con execrable tufillo maximista.
Y el señor Felipe Calderón se ausentó físicamente y envió un escrito: "Es vital resolver un dilema que nos acompaña como partido en el gobierno, representar el interés de todos los mexicanos; esto es, abordar los asuntos nacionales con visión de Estado capaz de conciliar los intereses de la mayoría, y hacerlo al mismo tiempo sin menoscabo de nuestros ideales y militancia partidista".
Ya se resolvió. Se designó a Vicente Fox como miembro del Comité de Planeación Estratégica del Consejo Nacional del PAN, una posición que lo legitima como operador político y electoral cuyas opiniones, por ser quien es y no quien fue, serán determinantes en las acciones del panismo hecho gobierno.
Por lo menos lo reconoció así el moreliano Germán Martínez Cázares, en funciones de presidente nacional del PAN: “Hay que guanajuatizar al país”. Si de guanajuatizar al país se trata, implicaría reconocer la sede el poder federal en Guanajuato. Genera la duda de cuál será la función, entonces, del señor en la Residencia presidencial Los Pinos.
La interrogante se fortalece al observar a los comisionados recién nombrados: Carlos Abascal Carranza (quien fuese secretario del Trabajo y después de Gobernación), el chihuahuense Gustavo Enrique Madero Muñoz (coordinador en el Senado), el tapatío Héctor Larios Córdoba (coordinador de los diputados federales).
Hay más: Francisco Xavier Salazar Diez de Sollano (Comisión Reguladora de Energía) y destacan los exgobernadores de Baja California, el de caléxico Eugenio Elorduy Walther, el sandieguino Ernesto Ruffo Appel, Alejandro González Alcocer. Todos amparados por Manuel de Jesús Espino Barrientos, Presidente de la Organización Demócrata Cristiana de América ante Internacional Demócrata Cristiana.
Un equipo de trabajo que sí, efectivamente, podría “guanajuatizar” el país, para decirlo en palabras del morealiano Germán Martínez Cázares, aunque difícilmente se pudiese pensar en el trabajo electoral exitoso, por el desastre económico y político del sexenato foxista bajo sospecha de que el único cambio fue el económico de su familia.
Coincide el resurgimiento legitimado de Vicente Fox, con la apresurada reforma petrolera que empuja la administración Calderón en el Congreso de la Unión, y que será relevada por la iniciativa del PRI que seguramente incluirá algunas propuestas del PRD de Guadalupe Acosta Naranjo, ya que el PRD pejista prolongó su posible iniciativa.
La anunciada confrontación en el Poder Legislativo entre los herederos de Santa Anna con los demás partidos opositores, al margen de su impacto en las elecciones de 2009 y del 2012, podría entramparse con la negativa presidencial para firmar el decreto de las reformas legislativas bajo el riesgo de legalizar el documento a favor de las transnacionales.
Y los reflectores atenderán el epicentro del poder federal, allá, en el Rancho San Cristóbal.
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