En abril de 1994 la revista Proceso publicó un reportaje sobre la guerrilla en 14 estados. Días después, con solo la firma del reportero cambiada, se reprodujo en Excélsior y causó el seguimiento en los demás medios informativos. El hilo conductor terminaba en Los Pinos con el objetivo de inducir el voto del miedo en las presidenciales.
Los antecedentes inmediatos fueron la aparición en el primer minuto de enero del llamado Ejército Zapatista de Liberación Nacional con el romántico subcomandante Marcos que infería la existencia de un comandante en el obispo de San Cristóbal las Casas, Chiapas, Samuel Ruiz García, viejo conocido de Raúl Salinas en la Laguna, Coahuila, y el magnicidio del candidato presidencial, el sonorense Luis Donaldo Colosio en Tijuana.
El emergente por el descubrimiento del testamento del priísta inmolado en una videocinta, del sonorense Manlio Fabio Beltrones Rivera, interrogador por tres horas del autor material, perdía simpatía en el electorado y fue derrotado en mayo por el panista Diego Fernández de Cevallos, quien misteriosamente suspendió su campaña y con la inducción del voto del miedo, se hizo presidente al globalizador Ernesto Zedillo.
De ese tiempo hasta hace un año aproximadamente, las reapariciones del sub de capucha y pipa que enmarcaban sus ojos azules tampiqueños, coincidían con las apariciones estelares del Hijo Predilecto de Harvard, universidad que perfeccionó la Teología de la Globalización con los Evangelios de la Dictadura de las Transnacionales.
Ahora, Beltrones Rivera, el discípulo del Policía Caballero, el desaparecido veracruzano Fernando Gutiérrez Barrios, encabeza a la Cámara de Senadores y en la Cámara de Diputados su correligionario, Emilio Gamboa, que de oscuro burócrata en la oficina de prensa del Seguro Social se encumbró como secretario particular del primer tecnócrata hecho presidente por el salinismo, Miguel de la Madrid.
Y curiosamente, cuando se ha denunciado el proyecto de la North American Union en forma simultánea a la voracidad del senado para aumentar 55 por ciento su presupuesto del próximo año, en congruencia al 26.6 por ciento de aumento salarial al presidente panista Felipe Calderón, con cargo al incremento del 5.5 por ciento a la gasolina, reaparecen los atentados guerrilleros contra los ductos petroleros en Veracruz y Tlaxcala.
La diferencia, es que pasaron más de 36 horas para que Reforma, que nació en el apogeo del salinismo y su director presidiera el sindicato de empresarios latinoamericanos del periodismo, con Milenio de capitales regiomontanos vinculados a Martha Sahagún, dieran a conocer que se adjudicaron los atentados el EPR.
Parecería que faltó coordinación o de plano les ganó la confianza al tener excelentes resultados el 6 de noviembre de 2006 con los petardos contra el PRI, una oficina bancaria y el TRIFE, así como el 10 de julio con las explosiones en ductos de PEMEX en Querétaro y Guanajuato, cuando el gobierno calderonista atribuyó la autoría material a esa agrupación.
Sin embargo, el cuestionado por diplomáticos estadounidenses Wilfredo Robledo Madrid, ex director de Servicios Técnicos en el Cisen, puso en duda la autenticidad del comunicado del Ejército Popular Revolucionario en la primera quincena de agosto pasado. Coincidió el investigador José Luis Piñeiro de la Universidad Autónoma Metropolitana.
A ello, debe sumarse que el comunicado atribuido al EPR fue difícil localizarlo. Aparece en un portal cibernético denominado Centro de Documentación de Movimientos Armados en América Latina, cuyas direcciones de contacto remiten a Valencia, España y cuenta con fotografías de los dos oaxaqueños desaparecidos el 25 de mayo de 2006, que sería el argumento de las acciones violentas atribuidas a la agrupación guerrillera.
Si se considera que el EPR apareció el 28 de junio de 1996 en un acto luctuoso por el asesinato en Aguas Blancas, Guerrero, de 17 campesinos de la Organización campesina Sierra del Sur, y que sus operaciones se concentraron en Guerrero y Oaxaca, es difícil pensar en su ampliación a Veracruz en donde está por instalarse la empresa privada estadounidense Sycoleman Co, un centro de espionaje con militares estadounidenses.
Con estos elementos se antoja pensar que si los supuestos neozapatistas era el pretexto del salinismo para perseguir a los frentistas que dieron origen al PRD, en el calderonismo ese lugar lo ocupa el EPR, por lo menos lo que presentan como tal, para que el gobierno conservador y su aliado el PRI consume su proyecto integracionista al nuevo imperio globalizador.
NOTA: Nos vemos el miércoles 12 de septiembre a las 6 de la tarde, en el auditorio de la biblioteca “Manuel Bartlett Díaz” de la UJAT, de Villahermosa, Tabasco, en la presentación del Manuel de Periodismo “La palabra, último reducto de libertad”,
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