Observador Ciudadano Tu página de inicio

El triunfalista

Por Mario Luis ALTUZAR SUÁREZ



En el nombre de los pobres, el presidente Felipe Calderón convocó en su diferido mensaje político a la nación, a concretar las supuestas reformas estructurales que beneficiarán a los inversionistas extranjeros, en plena obediencia al mandato de las tres rondas del Consenso de Washington, el evangelio de la globalización
Después de que el Congreso de la Unión claudicó en su derecho de escuchar y en forma extraoficial impugnar o cuestionar la visión presidencial sobre los resultados de su administración, el llamado Día del Presidente se difirió poco menos de 24 horas y se cumplió con el ritual en familia y con el triunfalismo en el Palacio Nacional.
Los llamados “cinco ejes” de la acción calderonista en nueve meses, convergen en secuestrar a la pobreza para convocar al poder legislativo a concretar las llamadas reformas estructurales, incluso, insistió en considerar como Reforma Hacendaria la miscelánea fiscal con su propuesta de nuevos impuestos que afectará a los pobres.
Aunque fue pulcro en el lenguaje, en el apartado “Economía Competitiva y Generadora de Empleos” remarcó:
“Hoy le digo a los mexicanos que la única vía para crecer y generar empleos es la inversión: inversión pública, inversión privada, inversión nacional o global, inversión que detone el crecimiento y permita generar los empleos que tanto necesitamos”.
El argumento es válido en donde se cuestiona la forma para lograr el crecimiento sólido y sostenido de la economía: “necesitamos transformar de fondo la estructura productiva del país, convertir a México en uno de los mejores destinos de inversión en el mundo y elevar la competitividad de todos los sectores productivos”.
Se insiste en darle prioridad a la inversión extranjera como solución a la problemática económica interna, que de ser cierta la fórmula, los más de 13 mil 200 millones de dólares que dice el señor Calderón, se recibieron en el primer semestre de 207, contribuyeron a crear solamente 618 mil nuevos empleos al 1 de septiembre.
Una división simple muestra que cada empleo, sin contar la inversión nacional que no se mencionó en el mensaje presidencial, indica que cada nuevo empleo, con nombre y apellido, tendría un costo aproximado de 21 mil dólares, unos 231 mil pesos al tipo de cambio actual, y que se explica en la cascada de impuestos al crearse una empresa.
Es complicado el panorama ya que además de los impuestos legales y los elevados niveles de corrupción en las diversas esferas burocráticas, así como la ausencia de apoyos oficiales a los pequeños y medianos empresarios y comerciantes mexicanos, se maneja como estrategia que permita el ingreso del capital extranjero.
Pero la dictadura de las transnacionales exige más. Y por ello, el presidente Calderón urge la reforma del sistema tributario para atender, dice, al sistema educativo sin mencionar que es sagrado por la mafia sindical que encabeza la comiteca Elba Esther Gordillo Morales.
Llamó a reformas las relaciones laborales que, dicho e castellano castizo, implica la reforma a la Ley Federal del Trabajo que garantiza el pago de un salario por ocho horas de trabajo con prestaciones médico asistenciales y de vivienda, para implantar el destajo sin garantía alguna y retrogradar a la época del feudalismo.
En las llamadas reformas a las telecomunicaciones se intuye la legalización de la ofensiva contra empresarios mexicanos bajo el supuesto de dominancia y abrir el marco jurídico para las transnacionales que han usado y abusado del control de este sector para cambiar gobiernos contrarios al ideal globalizador estadounidense.
Para darle un sustento doctrinario ala política económica diseñada por el Banco Mundial y que se ha intentado instrumentar en México desde febrero de 2001 en forma abierta, se repite la fórmula retórica del Hijo Predilecto de Harvard, Carlos Salinas, de atender los justos reclamos de los sectores más desportegidos.
En palabras del señor Calderón, sería: “México no puede dejar de invertir en infraestructura y en desarrollo social; más del 40 por ciento de los mexicanos viven en la pobreza, de ellos, más de 14 millones en pobreza extrema, 10 millones todavía no tienen agua potable y muchos más todavía no tienen drenaje”.
Sin embargo, nada se dijo de una reestructuración de PEMEX para quitarle la carga fiscal que representa el 40 por ciento de los ingresos del gobierno federal y mucho menos del impune saqueo foxista de los ingresos extraordinarios petroleros que se desaparecieron en ilegales fideicomisos, sin beneficio al pueblo de México.
El aplauso familiar sobre el reclamo a la persecución de los indocumentados mexicanos en Estados Unidos, es insuficiente para ocultar lo que se ha publicado internacionalmente sobre los acuerdos secretos para crear la North American Union entre Estados Unidos, Canadá y México con una sola moneda y mandos únicos en la policía y militares, para retardar el colapso del modelo económico imperial.
Solamente dio un indico: “En el caso de Norteamérica y con motivo de la Cumbre de Líderes de la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte, reiteré mi convicción de que como región no hemos desarrollado el enorme potencial que tenemos y que debemos evitar que la competitividad de otras regiones del mundo cancele nuestras oportunidades”.
Puede decirse, en resumen que el triunfalismo que tiene un efecto mediático más profundo en la opinión pública, se debe agradecer a la tozudez del PRD para impedir que el presidente Calderón diese este mismo mensaje en el Congreso de la Unión.
www.arcanorevista.com


Suscríbete a nuestro Sistema Informativo,

Envia un mail con la palabra SUSCRIPCION,

(Suscribete aquí)