El imperio contra ataca. Insiste en apoderarse de la telefonía mexicana. Una ofensiva bilateral: En México y en Estados Unidos. Se ajusta a los acuerdos del presidente electo, Felipe Calderón con el presidente estadounidense en funciones George Bush hijo. Seguirá la estrategia retórica de acabar con los monopolios que impiden el desarrollo del país.
Sin necesidad del oráculo, se observan los movimientos. De allende el Bravo llegó la noticia de gran impacto: Carlos Slim Helú es el hombre más rico del mundo gracias a su monopolio Teléfonos de México, en un país en donde más del 50 por ciento ingresa menos de cinco dólares diarios.
Los antecedentes informativos se iniciaron en marzo de 2007 cuando la estadounidense revista Forbes ubicó como el segundo hombre más rico del mundo al mexicano Carlos Slim Helú y el 6 de agosto, la segunda publicación financiera más fuerte de los Estados Unidos, Fortune con 78 años de existencia, dijo que alcanzó el primer lugar.
Para el 9 de agosto, El Universal reproduce la crónica del corresponsal del británico Financial Times, Adam Thomson, sobre la riqueza personal del magnate mexicano con el argumento de los otros dos medios estadounidenses, de que se originó por el monopolio Teléfonos de México y hace referencia a críticos del empresario, sin nombres.
Hay varios elementos interesantes. La neoyorquina Forbes, considerada la Biblia financiera desde su creación en 1917, maneja una línea editorial congruente con la política de su país, consistente en la Teología de la Globalización con su Evangelio de imponer la Dictadura de las Transnacionales cuyos 470 dirigentes amasan una fortuna equivalente al producto interno bruto anual de 162 naciones.
En tanto, la revista Fortune, considerada la segunda fuente más fuerte en información financiera, creada en febrero de 1930, después del crack bursátil de Wall Street en que se inició la Recesión estadounidense en 1929, que mediatizó el origen del colapso accionario.
Por su parte, el monopolio británico Financial Times creado el nueve de enero de 1888 con 110 corresponsales en el mundo, se caracterizó por su abierto apoyo a la primera baronesa del Reino Unido, Margaret Thatcher al asumir en 1979 el cargo de Primera Ministra con su política monetarista que cimentó los principios de la globalización.
Un proceso económico, la globalización, que disfraza el nuevo imperialismo con capital política en Washington y capital financiera en Wall Street, apuntalado desde 1980 en que asumió la presidencia de los Estados Unidos el actor Ronald Reagan y artilló los satélites que le permitió fortalecer su política intervencionista militar en todo el mundo.
Con este marco, no es raro que la información de la supuesta riqueza personal del mexicano Carlos Slim superior a los 59 mil millones de dólares, se refiera mañosamente al valor de las diversas empresas en el mundo del mexicano de ascendencia libanesa, y que son sociedades anónimas de capital variable, es decir, con muchos socios y propietarios.
Si el desaparecido maestro veracruzano Jesús Reyes Heroles, decía que en política la forma es fondo y que no existe la casualidad sino la causalidad, la versión parece reforzar la declaración el 9 de julio del presidente de la Comisión Federal de Competencia, Eduardo Pérez Motta, de que revivirá su argumento de “dominancia”, contra el dueño del Grupo Carso, caso iniciado en 2001 y perdido jurídicamente el cuatro de octubre de 2006.
Además, es imposible soslayar que el nueve de noviembre de 2006, en la reunión que sostuvo con el presidente de los Estados Unidos, George Bush hijo, el presidente electo mexicano, Felipe Calderón se comprometió a terminar con los monopolios.
Y un monopolio que molesta a la Casa Blanca es precisamente Telmex, ya que al desplazarlo por la ITT, estaría en posibilidad de dominio político similar al que obtuvo en 1973 en Chile, estratégico en el golpe contra el presidente constitucional Salvador Allende.
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