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Los Fementidos

Por MARIO LUIS ALTUZAR SUAREZ


Con una masonería mexicana atomizada, el gobierno se prepara para realizar una celebración magna en el Décimo Quinto Aniversario del restablecimiento de relaciones con el Vaticano. Ese 11 de septiembre de 1992 fue el parte-aguas histórico entre el Pacto Social de la Revolución de 1910 y la resignada obediencia a la integración al imperio.

Así, al escuchar a Manuel Jiménez Guzmán que organiza su Asociación Política Nacional denominada Avanzada Liberal con el respaldo del Supremo Consejo de México dirigido por el chiapaneco Francisco Zentella y Sasso, en la Sesión Comida del Club Primera Plana del 27 de junio, parecería que el tiempo se suspendió en la amnesia social.

La razón es simple. Expulsado en 1990 por el fallido golpe contra Salvador Gámiz Fernández, Gran Maestro de la Gran Logia Valle de México, el diputado federal priísta Jiménez Guzmán es cobijado por la organización del desaparecido Carlos Vázquez Rangel y juntos, avalan la reforma salinista al Artículo 130 constitucional concretada en 1992.

Aunque los analistas coinciden en que esa reforma calificada por Vázquez Rangel como “una medida patriótica”, marcó “la gran derrota del PRI” con el apoyo de la masonería, Jiménez Guzmán defiende las bondades de los ajustes que traicionaron 130 años de doctrina juarista y que dieron personalidad jurídica a la iglesia.

Comentó que fue amigo de la infancia de Carlos Salinas y por ello lo inició como masón en su Logia cuando ocupó la Gran Maestría, para quejarse de que el ex mandatario le señala como la cabeza de la oposición masónica a la reforma al 130. Sin embargo, en cualquier hemeroteca puede constatarse sus millonarias movilizaciones a favor de la reforma.

Posteriormente, reintegrado a la Gran Logia Valle de México en 1993, cuando asume la Gran Maestría el mormón Salvador Ordaz Montes de Oca con el apoyo del secretario de Gobernación, su paisano Fernando Gutiérrez Barrios, se crea en 1994 el Frente Liberal Mexicano que es entregado en 1996 al PRI por una diputación plurinominal.

Al serle cancelado el subsidio por medio millón de pesos el IFE como FLM, lo transforma en 2000 en Partido Liberal Mexicano y pese a la inconsistencia en el manejo de los recursos, consigue en 2003 un nuevo registro con el mismo membrete. Curiosamente, desde 2000 está registrado el PLM como miembro de las Redes Liberales Latinoamericanas.

Estas redes fueron financiadas y diseñadas por la Fundación Friedrich Naumann del Partido Liberal Democrático que opera en México desde 1965, y que se asimilaron a la Internacional Liberal con sede en Londres, con la característica ideológica de que el masón chileno Salvador Allende es considerado como enemigo del liberalismo.

Más claro: La Internacional Liberal es la coordinadora de asociaciones o fundaciones para promover el libre mercado propuesto por la dictadura de las transnacionales y que por medio de la fundación Friedrich Naumann, al desaparecer el PLM ahora trabaja como su contraparte con el Partido Nueva Alianza, según consta en sus propios documentos.

El PANAL que inició su organización en 2001 con sede en Tijuana, Baja California, es propiedad de la lidereza magisterial salinista, Elba Esther Gordillo Morales, ligada a la organización del desaparecido Carlos Vázquez Rangel. En la pasada campaña presidencial, Jorge Gaviño Ambriz que encabezó el exitoso golpe contra Valle de México en 1998, fue el cerebro del candidato del PANAL Roberto Campa Cifrián.

Por si fuese poco, otro candidato de ese partido, fue el chiapaneco Francisco Zentella y Sasso, el máximo dirigente ilegal desde abril de 2006 del Supremo Consejo de México, ya que fue expulsado de las logias regulares chiapanecas a finales de los 80 y se afilió a una logia considerada irregular de Guerrero, en su intento de legalizar su situación masónica.

Desde que asumió el cargo masónico, Zentella y Sasso, por medio de su operador, el oaxaqueño Pedro Márquez Celaya, divide las Grandes Logias Regulares en el interior del país, lo que parecería responder a un proyecto de atomización acorde a los principios de la fundación alemana que fue creada el 19 de mayo de 1958 y organizada por Werner Stephan, después de haber sido Jefe de Sección del ministro de Propaganda de Adolfo Hitler, a cargo del doctor Dr. Paul Joseph Goebbels.

Visto así, la profundización de la atomización masónica se gestó en 1988 cuando el señor Carlos Salinas de Gortari pactó la Reforma al Artículo 130 constitucional a cambio de la bendición del cardenal tampiqueño Ernesto Corripio Ahumada a su cuestionado triunfo electoral, y que en su maquiavelismo, consumó en 1992 con el diputado federal, el masón Manuel Jiménez Guzmán, actualmente miembro de la directiva de Zentella y Sasso y organizador de la APN Avanzada Liberal que pretende convertir en partido político.

Los masones tienen la palabra.

www.arcanorevista.com


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