Caudillismo
Por Mario Luis ALTUZAR SUÁREZ
Ser o no ser, esa es la cuestión del PRD que en los últimos meses parece más preocupado por parecer ser. Víctima del caudillismo que usa y abusa el capital político partidista en sus intereses personales, el perredismo se ha marginado de actuar para contener o frenar las políticas conservadoras que desmoronan al país.
Al concluir el proceso presidencial de 2006, con medio punto de diferencia entre el PAN, el ganador, con el PRD, el resultado muestra el mandato de los electores para configurar, si no la cohabitación política entre conservadores y la izquierda, si realizar por lo menos, el consenso para la conducción de la nación.
Los estudiosos y políticos le llaman “gobernabilidad”, que no se ha dado por la urgencia del panismo para legitimar el triunfo mientras que por el otro lado, el protagonismo del caudillo insiste en descalificar un proceso que, entre líneas, reconoce su incapacidad para supervisar el total de casillas electorales.
Una posición favorable para los conservadores panistas, ya que mientras se distrae a la población con el circo de los descalificativos, dictan la imposición de programas políticos nada favorables para los empobrecidos mexicanos y a favor de los intereses de la reducida oligarquía asociada y al servicio de los capitales estadounidenses.
Por ello se sospecha de un acuerdo secreto desde el zedillismo, en 1997, cumpliéndose la primera parte con el arribo de un ex empleado de una transnacional a la presidencia y que no se ha visto en ninguna parte del mundo, y que se habría incumplido en el 2006ª favor del tabasqueño Andrés Manuel López Obrador y de ahí su molestia.
A simple vista, el discurso del tabasqueño es duro en los descalificativos, empero, con más detenimiento se observa que raya en la frívola superficialidad de los ataques personales y que soslayan los ingentes problemas de la agenda nacional para ofrecer soluciones y organizar una respuesta social que frene la avaricia conservadora.
Véase que a la entrada en vigor del sector agrícola del TLC, que es cierto lo que dice el presidente Felipe Calderón en concordancia con el gobierno de los Estados Unidos, ha sido beneficioso… para una minoría que representa, según las cifras oficiales, menos del seis por ciento de los productores agrícolas y nueve transnacionales.
Los campesinos iniciaron movilizaciones y muestras de repudio en enero de 2007, empero fueron ignoradas por el mediático enfrentamiento post electoral que secuestró el centro de la Ciudad de México por más de 45 días. Es decir que la soberanía alimentaria de todos los mexicanos pasa a segundo lugar por ser más importante la derrota del Peje.
Por si fuese poco, el primer minuto de 2008 los empobrecidos campesinos tomaron n puente internacional en el norte del país y anunciaron que ampliarían su activismo al resto del país, lo que fue ignorado por el enfrentamiento del tabasqueño con sus correligionarios legisladores por la Ley Electoral.
Si consideramos, además, que el ex candidato presidencial perredista trabaja para organizar el 18 de marzo una magna concentración para rechazar la propuesta priísta de privatizar PEMEX, se antoja pensar que el decidió servir, consciente o inconscientemente, a los conservadores para distraer a los mexicanos del TLC.
Con estos elementos, se piensa que nada es más importante que mantenerse vigente para alcanzar la segunda postulación en el 2012 con el beneplácito de los Estados Unidos y la bendición panista, máxime que impuso al trapecista Porfirio Muñoz Ledo y Lazo de la Vega como coordinador del Frente Amplio Progresista que le permite soñar hacia el 2012… siempre y cuando imponga al frente del PRD a Alejandro Encinas.
La palabra la tiene Jesús Ortega Martínez quien anunciará en Querétaro, el 21 de enero, su plataforma partidista, con la consciencia de que “las figuras son útiles” “ello no puede sobreponerse a la institucionalidad y a la organización colectiva”, que tanto necesita México para frenar la entrega del país al nuevo imperio.
www.arcanorevista.com