Surge una joven generación de políticos que sorprende por su compromiso de rescatar el arte de la política con sentido mexicanista al servicio de las legítimas aspiraciones de los mexicanos. Son criticados por los resabios de la oscuridad tecnopriísta y conservadora y con las limitantes de tiempo y espacio.
Ya se había sentido el 15 de abril de 2006, al plantear el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, la búsqueda de solución a los urgentes problemas nacionales en nuestra raíz histórica, al instalar la Comisión de Festejos del Bicentenario de la Independencia Nacional y el Centenario de la Revolución Mexicana.
Los polos opuestos coinciden en criticarle, principalmente por haber desactivado la rebelión de San Salvador Atenco iniciada el 3 de mayo de 2006 bajo el pretexto de defender a vendedores de flores ambulantes que fueron desalojados por la policía bajo las órdenes del presidente municipal de Texcoco, el perredista Constanzo de la Vega Mebrillo.
El gobernador mexiquense, con estricto apego al Estado de Derecho y con la colaboración de la Policía Federal Preventiva, impidieron que el conflicto se agudizara, aunque organizaciones perredistas y otras de origen alemán, crearon escenarios virtuales de violación a los derechos humanos, que de haberlos, serían responsabilidad federal.
Curiosamente, el conflicto creado por el edil perredista texcocano, se reprodujo meses después en Oaxaca, en donde los opositores encabezados por el magisterio que controla la chiapaneca Elba Esther Gordillo Morales, fueron rebasados por activistas del PRD y secuestraron más 5 meses la capital por la incapacidad política del gobernador Ulises Ruíz.
A sus 41 años de edad, Enrique Peña Nieto, con Maestría en Administración de Empresas Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, en el año y cinco meses de administración, logró el respeto de los contribuyentes al empezar a cumplir sus promesas de campaña así como mantener una cercanía con la población.
Afortunadamente no es el único. El 16 y 17 de febrero, en el marco del Primer Congreso Estatal de Periodistas Chiapanecos organizado por el comiteco Miguel González Alonso, pudimos constatar que el gobernador Juan Sabines Guerrero, profundizó su política de reconciliación después del nefasto periodo del converso Pablo Salazar Mendiguchia.
Se tenía información que al asumir la gubernatura el 8 de diciembre de 2006, Sabines Guerrero pagó la fianza para liberar del injusto cautiverio en la cárcel del Amate al hijo del periodista Conrado de la Cruz, quien falleció recientemente en Miami, Florida, así como la fianza en cuarto encarcelamiento en menos de seis años de Ángel Mario Ksheratto.
Seguramente imbuido del inédito clima de unidad de los más de 100 delegados estatales de las organizaciones que integra el Frente de Periodistas de Chiapas con la presencia de las delegaciones de Chihuahua, Puebla, Tabasco, Veracruz, Club Primera Plana del Distrito Federal, la Federación Latinoamericana de Periodistas con Teodoro Rentería y el Consejo Masónico Mexicano, el mandatario ofreció apoyar la creación de la Casa del Periodista.
Con cerca de 37 años, Sabines Guerrero es nieto del libanés Julio Sabines, que al llegar a México se enlistó en el Ejército Carrancista y se casó con Luz Gutiérrez, hija del jurista y dirigente liberal Joaquín Miguel Gutiérrez, de donde se origina el nombre de la capital.
Su papá, Juan Sabines Gutiérrez, siendo gobernador dotó de un terreno y edificio a la Gran Logia de Chiapas mientras que su tío, Jaime, es el máximo incono de la poesía mexicana. Se recuerda que en 1979, el hoy gobernador agradeció a los legisladores comunistas, como Arnoldo Martínez Verdugo, que hubiesen aprobado el proceso electoral que ganó su padre.
Roberto Piñón, candidato a la presidencia de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos (FAPERMEX), invitado de honor al Congreso al igual que el dirigente actual José Antonio Calcáneo Collado, expresó que su gobernador en Chihuahua, José Reyes Baeza Terrazas, de 46 años, aplicó una política del reencuentro entre los ciudadanos para borrar el periodo de oscuridad de Patricio Martínez.
Es cierto que existen más políticos jóvenes, como el alcalde de Atlacomulco, Estado de México, Lucas Rogelio Caballero Meraz, que constituyó un organismo local para rescatar la cultura mazahua y que apoya la creación de la Delegación de la Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de México y que se espera, no desvíen el camino que se trazaron.
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