En el Consejo de Relaciones Exteriores en Washington, al intentar responder a los críticos de la política exterior estadounidense, la jefa de la diplomacia estadounidense dijo: "enfrentamos una amenaza creciente de una organización bien organizada, una amenaza de narcotráfico que en algunos casos se transforma o hace causa común con lo que consideramos insurgencia en México y América Central".
Un punto de vista altamente preocupante para la administración del presidente de México, panista moreliano, Felipe Calderón Hinojosa, por el peso de la fuente: Fue la primera dama de los Estados Unidos del 20 de enero de 1993 al 20 de enero de 2001, Senadora del 3 de enero de 2001 al 21 de noviembre de 2008, precandidata presidencial demócrata y actualmente es la secretaria de Estado del presidente Barack Obama.
Es la primera ocasión en que un funcionario estadounidense de primer nivel, hace un señalamiento de este calibre. Aunque intentó corregir la plana con la semántica Arturo Valenzuela, subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental:
En este caso el término insurgencia "no debe emplearse como lo usamos para referirnos a la insurgencia colombiana. De lo que estamos hablando es de una escalada violenta de las organizaciones criminales, pero no de una insurgencia".
Fue peor. Agregó que "lo que nos preocupa son los carros bomba, que pueden afectar a gente inocente y son actos terroristas. Los puedes definir como actos terroristas". De similitud a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia al fantasmagórico terrorismo de Al Qaeda de Osma Ben Laden.
Para tratar de entender este discurso, es necesario acudir a algunas clasificaciones de conflictos del Departamento de Defensa de Estados Unidos. Dividen las guerras según varios criterios, entre ellos el del tipo del enemigo a combatir:
1.- Los Conflictos de Alta Intensidad o guerras convencionales (aquellas donde el enemigo es otro ejército, mejor o peor armado que el propio, pero ejército con cuarteles, centros de mando y territorio que defender);
2.- Conflictos de Media Intensidad o guerra de guerrillas (los realizados por grupos paramilitares sostenidos, pobremente armados, pero que controlan ciertas regiones de difícil acceso y con el apoyo tácito de la población directa o por los poderes electos a través de sus ejércitos) y
3.- Conflictos de Baja Intensidad y también podría establecerse cierto grado de paralelismo con los movimientos terroristas (realizada por pequeños grupos que no controlan territorio y a veces son apoyados por una parte de la población -matanzas indiscriminadas contra la población civil- o por el contrario por una amplia mayoría contra los poderes establecidos, fuerzas del orden público, etc. o combinado.
En los ejércitos modernos, estos ataques son llamados "operaciones de comandos" si los realizan tropas regulares.
Se entiende que el comando es un soldado o un grupo de soldados entrenados y armados en un ejército regular que realiza operaciones de comando audaces acciones en campo enemigo. Los guerrilleros también pueden actuar en relación con el ejército regular; pero son, normalmente milicias integradas por los civiles.
Es decir que, militarmente, la violencia mexicana atribuida por el gobierno federal a un amorfo “crimen organizado”, cumple las definiciones del Pentágono estadounidense. Aunque carece de una declaración doctrinaria reivindicativa social o nacional, como históricamente se ha explicado e incluso justificado la guerrilla.
El vocero de Seguridad Nacional, Alejandro Poiré, reconoce "algunas coincidencias" en el modo de operar de las bandas criminales en ambas naciones latinoamericanas, "que se nutren de la gigantesca demanda de drogas desde Estados Unidos".
Según analistas consultados por nuestro compañero Ignacio de los Reyes, periodista de la BBC Mundo, acreditado en México, en ambos países –Colombia y México- el Estado ha tenido que desafiar la amenaza del narcotráfico a sus instituciones.
El saldo de Colombia cuando Pablo Escobar era líder del cartel de Medellín "era de miles de muertos, de una violencia indiscriminada, con utilización de bombas y un total enfrentamiento con el Estado", le dijo a BBC Mundo Samuel González Ruiz, ex titular de la Unidad Especializada de Combate a la Delincuencia en México.
"En ese sentido -agregó el experto- es parecido al México de ahora", donde se estima que más de 28.000 personas han muerto desde que el gobierno intensificó su batalla contra el narcotráfico a fines de 2006.
El principal punto en común es que en las dos naciones, según González Ruiz, "el modelo de Estado es débil, por lo que se generan procesos de delincuencia organizada extremos" que pueden llegar a debilitar las estructuras políticas y sociales.
Un punto clave, el gobierno fallido por su manifiesta debilidad, que preocupa a la destacada abogada Hillary Rodham Clinton, por el riesgo de un cónclave entre el llamado “crimen organizado” y las guerrillas existentes en México.
Con base en información de la Secretaría de la Defensa Nacional, los grupos insurgentes que preocupan son: Ejército Popular Revolucionario (EPR) y a sus escisiones, Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), Ejército Revolucionario Insurgente Popular (ERIP), Tendencia Democrática Revolucionaria-Ejército del Pueblo (TDR-EP), Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP), y el Comando Jaramillista Morelense.
Indudablemente que algo sabe la ex primera dama estadounidense aunque su objetivo sea única y exclusivamente impulsar la presencia militar estadounidense en México.
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